Y es que...

...nada es más hermoso que una sonrisa que ha luchado a través de lagrimas.

Soy una niña tonta...

Por ultima vez en la vida quise creer que todo estaba arreglado.
Que quizá esa soledad había desaparecido completamente de mi.
Ahora abro los ojos y me doy cuenta que estoy mas sola que nunca.
A todas y cada una de las personas que les he abierto la puerta de mi corazon han entrado, destruyeron e hicieron su regadero dentro de el, hicieron de el lo que se les antojó y dejaron todo revuelto, decidieron salir y dejarlo asi.
No han sido muchas personas. Pero las pocas que han entrado lo han hecho.
Soy una tonta. Ilusa. Pendejamente enamorada de las ideas y no de la realidad.
Soy una niña esperando a que el cuento de hadas se haga realidad.
Soy una tonta.
Si tan solo conocieran mi historia de vida. Si tan solo supieran que he vivido en una gran soledad toda mi vida, tal vez comprenderían por que mi enojo y por qué mis ilusiónes. Por qué prefiero ilusionarme a vivir una triste realidad.
Ilusiones que al final, terminan afectándome y destruyendome el doble, por el simple hecho de soñar y ser despertada por un portazo en la cara de algo llamado realidad.
“¡Lucha!” me decían “¡Lucha por esa persona!”
Apenas puedo sostenerme en pie.
No mas ilusiones. No mas pendejadas. No mas creer que quizá me va a corresponder esa persona que tanto me gusta. No mas creer que de la nada va a llegar esa persona y se dará cuenta de cuanto tiempo la he esperado y cuanto he sufrido sin ella a su lado.
No mas pretextos.
El pasado quedó en el pasado.
Y solo quiero recordarlo y poder seguir adelante.
Esperar por el amor de alguien. Esperar no es lo mio.
Supongo que lo he dicho muchas veces, pero es hora de dejar de esperar y hacer algo al respecto.
Dejaré de mendigar amor sin importar que tan sola me sienta.
Dejaré de ilusionarme con cada persona que me muestra el mas mínimo interés.
Dejaré de pensar que quizá el amor de mi vida esté a la vuelta de la esquina.
Por que cada dia, cada año, cada minuto, cada segundo, cada puto milisegundo de mi vida estoy esperando a que pase algo.
Ese algo ya se ha tardado demasiado y no tengo tiempo para seguir esperandolo.
Es hora de dejarlo y encargarme de mi misma.
No me importa que tan sola esté, si no tengo amigos, si no le importo un puto carajo a nadie.
No los necesito.
Solo me necesito a mi misma y a mi fé.”

Dicen que...

Dicen que a lo largo de nuestra vida tenemos dos grandes amores; uno con el que te casas o vives para siempre, puede que el padre o la madre de tus hijos, esa persona con la que consigues la compenetración máxima para estar el resto de tu vida junto a ella… Y dicen que hay un segundo gran amor, una persona que perderás siempre. Alguien con quien naciste conectado, tan conectado que las fuerzas de la química escapan a la razón y les impedirán, siempre, alcanzar un final feliz. Hasta que cierto día dejarás de intentarlo. Te rendirás y buscarás a esa otra persona que acabarás encontrando. Pero te aseguro que no pasaras una sola noche sin necesitar otro abrazo suyo, o tan siquiera discutir una vez más… Todos saben de qué estoy hablando, porque mientras estabas leyendo esto, se te ha venido su nombre a la cabeza. No te libraras de él o de ella, no dejarás de sufrir, conseguirás encontrar la paz (lo sustituirás por la calma), pero te aseguro que no pasará un día en que desees que estuviera aquí para perturbarlo. Porque a veces, se desprende más energía discutiendo con alguien a quien amas que haciendo el amor con alguien a quien aprecias.